miércoles, 17 de agosto de 2016

El pianista, los campesinos y el sociólogo



Leo en El filósofo y sus pobres de Jacques Rancière (UNGS-INADI 2013, págs. 194/195): 

"Para quien quiere saber, de hecho, si las diferentes clases sociales son más o menos sensibles a la música clásica, un método surge naturalmente: tocarla a sus miembros. Así es como, de vez en cuando, un artista 'burgués', apasionado por el pueblo y deseoso de comunicarle los tesoros de su arte, emprende la crucial experiencia. Así, sin hacerse anunciar por la fama, Miguel Ángel Estrella transporta su piano a un pueblo de la meseta andina y procede por el viejo método experimental de prueba y error. Un error: Debussy, que mantiene a los pueblerinos a distancia respetuosa del arte. Un éxito: Mozart, que hace que se acerquen paulatinamente al instrumentista. Un triunfo, a priori imprevisible: Bach, el músico 'clasificador' por excelencia, adoptado como un hijo del pueblo por la comunidad. Este tipo de práctica es, para la ciencia del sociólogo, propio de una ilusión muy precisa: la del 'comunismo cultural'. Ilusión de hacer creer a quienes no tienen el habitus adecuado para apreciar las obras legítimas que pueden hacerlo. La temible perversidad de esta ilusión es que por supuesto, hace todo como si no fuera una ilusión. Funciona. No pierde el tiempo formando antisociólogos encargados de explicar a los campesinos que pueden apreciar la música que no está hecha para ellos. Se la hace apreciar. Directamente. Fraudulentamente. Tal es el fraude de la música."

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