domingo, 1 de mayo de 2011

A propósito del acto de Moyano




Me quedé pensando cosas varias.

En primer lugar, está cada vez más claro que el kirchnerismo, si bien se muestra muchísimo más fuerte que la oposición patronal, se apoya en una alianza heterógena en la que entran los gobernadores del "interior", los intendentes del conurbano, los centroizquierdistas tipo Abal Medina y la burocracia sindical, la cual no está exenta de tensiones, como demostró el cruce entre Urtubey y Moyano.

El problema es, una vez más, como decía Portantiero, que al peronismo le sobran sindicatos y le falta burguesía nacional. De esta forma, la movida de Moyano para mostrar su peso al interior del armado que sostiene al gobierno, de alguna manera preanuncia tensiones que se van a profundizar en un nuevo mandato de Cristina, quien según indican todos los datos disponibles, ganaría cómodamente en las elecciones de este año.

Decía que las tensiones se van a profundizar, porque los empresarios ya están dando la señal de alarma sobre las ambiciones desmedidas de los sindicatos en general y atacando a los activistas en particular. De esta forma, mientras golpean a la vanguardia más combativa, tratan de ponerle límites a la burocracia, aunque esta le sea funcional desde el punto de vista estratégico, es decir aunque sea un factor de contención que necesitan en situaciones límite.

Es de presumir, entonces, que en un tercer mandato de Cristina, con los empresarios menos dispuestos a ceder a los reclamos salariales, la burocracia desprestigiada y el gobierno tratando de ganar parte del espacio de la centroderecha, no sólo aumenten las tensiones entre los componentes de la alianza progubernamental, sino también que haya más proceso de lucha de los trabajadores, frente a los ataques patronales que el gobierno viene administrando a la vez que dejando pasar cada vez más, como acá en Neuquén con la planta de Coca Cola, que tuvo cerca de doscientos despidos encubiertos y ahora también despidieron trabajadores del depósito y algunos de los últimos mohicanos que habían resistido en la planta.

Ahora bien, cabe pensar sobre la situación de la burocracia. Su intento de resposicionarse políticamente es signo de una fortaleza mayor en la coyuntura o de una debilidad clave en la situación de fondo? Para mí es la segunda opción. Me parece que la burocracia sindical intenta resolver por la vía de mayores espacios de poder en la superestructura lo que no puede remontar de ninguna manera en la base obrera: su desprestigio profundo en los lugares de trabajo.

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