domingo, 12 de octubre de 2014

Spinoza, Hegel y Marx (a propósito del Cuaderno Spinoza)


Leyendo el llamado Cuaderno Spinoza de Marx y el estudio preliminar de Nicolás González Varela, que es muy interesante y permite ver la influencia que tuvo el pensador judío-holandés en la elaboración por Marx de la ruptura con el hegelianismo (incluida la crítica de la religión de los jóvenes hegelianos), surgen cuestiones varias para reflexionar acerca de la relación entre marxismo y filosofía.

En este post, intentaremos centrarnos en las relaciones entre Spinoza, Hegel y Marx. Posteriormente intentaremos analizar un poco algunas cuestiones que hacen al rol del marxismo en la historia de la filosofía y las "revisiones" a que estuvo expuesto. 

Sin desconocer el peso propio de Spinoza en la historia de la filosofía, la importancia que tenía entre los jóvenes hegelianos, se debía en gran parte al "uso" de Spinoza que había desarollado Hegel, quien presentaba a aquel como un momento privilegiado de su sistema. Tanto en la Fenomenología del Espíritu como en la Ciencia de la Lógica, hay una apropiación de la "sustancia" spinozista, tanto para la construcción de la "experiencia" de la conciencia como para la elaboración de una Lógica que es a su vez una metafísica. 

Así parecía verlo Marx cuando polemizaba, unos años después del "Cuaderno Spinoza", en su famoso fragmento sobre materialismo de La Sagrada Familia, contra Bruno Bauer y su interpretación del materialismo francés:

... la filosofía francesa del siglo XVIII, y particularmente el materialismo inglés y francés, no fueron solamente una lucha contra las instituciones políticas existentes, contra la religión y la teología existentes, sino también y no menos una lucha abierta y declarada contra la metafísica del siglo XVIII y, ciertamente, contra toda metafísica, en particular, contra la de Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz. Se opone la filosofía a la metafísica, de igual manera que Feuerbach había opuesto la filosofía razonable a la especulación exagerada, el día en que, por primera vez, tomó claramente posición contra Hegel. La metafísica del siglo XVII, que tuvo que ceder el sitio a la filosofía francesa y particularmente al materialismo francés del siglo XVIII, tuvo su restauración victoriosa y substancial en la filosofía especulativa alemana del siglo XIX. Después que Hegel la unió genialmente a toda la antigua metafísica y al idealismo alemán, fundando un imperio metafísico universal, al ataque contra la teología, sucedió, como en el siglo XVIII, el ataque contra la metafísica especulativa y contra toda metafísica. Esta sucumbirá definitivamente delante del materialismo perfeccionado por el trabajo de la especulación y coincidente con el humanismo. De igual modo que Feuerbach en el dominio de la teoría, el socialismo y el comunismo de Francia e Inglaterra representan en el dominio de la práctica al materialismo coincidente con el humanismo.

Parecería coincidir Marx con la apreciación de Feuerbach en La filosofía del Futuro, en la que consignaba a Spinoza como "el materialismo visto desde el punto de vista de la teología" y por eso, el llamado de Marx a dejar atrás toda metafísica, incluida la de Spinoza, mediante el "materialismo perfeccionado por el trabajo de la especulación y coincidente con el humanismo". 


Marx es consecuente con este punto de vista, como puede verse en sus Manuscritos económico-filosóficos, en los cuales la critica de la Fenomenología hegeliana parte de los presupuestos de Feuerbach, pero marcando a Feuerbach el límite de que concibe la "negación de la negación" solamente en su versión especulativa (y por eso la rechaza oponiéndole "lo positivo que descansa sobre él mismo y se fundamenta positivamente a si mismo") y no como pasible de ser entendida como negación de la negación en el movimiento concreto de la historia, en el cual el comunismo es "el humanismo conciliado consigo mismo mediante la superación de la propiedad privada. Sólo mediante la superación de esta mediación (que es, sin embargo, un presupuesto necesario) se llega al humanismo que comienza positivamente a partir de sí mismo, al humanismo positivo".


Dicho sea de paso, esta "delimitación" con Feuerbach, respecto de la negación de la negación como mediación y superación, puede aplicarse asimismo a la filosofía de Spinoza, que si bien destaca la determinación como negación, no concibe ésta como un movimiento de superación, sino contenido en la unidad de la sustancia.

En este marco, podría decirse que los partidarios de la consigna Spinoza o Hegel, buscando una forma elegante de romper con el "hegelianismo" de Marx, terminan siendo presos del hegelianismo y su odiada dialéctica, que es en definitiva la que creó, mediante la apropiación de Spinoza por Hegel, las condiciones "teóricas" para la disyuntiva Spinoza o Hegel (antes de Marx y después retrocediendo desde Marx hasta los años de la izquierda hegeliana).

No hay comentarios: